Por Victor Marcano-Santos
Después del paso del huracán MarÃa, miles de cajas de botellas de agua fueron abandonadas en una franja del aeropuerto de Ceiba, Puerto Rico. Las botellas de agua, unas 20,000 paletas de agua embotellada, estaban expuestas al sol y la lluvia después del huracán MarÃa. FEMA aterriza en ese aeropuerto en el otoño de 2017. El 17 de abril de 2018, el gobierno de Puerto Rico solicita la distribución de miles de cajas de botellas de agua. El 26 de abril de 2018, FEMA acepta entregarlas. El 24 de mayo de 2018, FEMA solicita al gobierno de Puerto Rico que recoja el agua embotellada. Finalmente, el 30 de mayo de 2018, las botellas de agua (que ya estaban dañadas) se distribuyen finalmente a la población de Puerto Rico. El Presidente del Colegio de QuÃmicos de Puerto Rico, Juan Santiago, dijo que el agua embotellada, si permanece en el sol,  dura aproximadamente 2 dÃas antes de que se dañe. Muchas cajas de agua embotellada se habÃan mantenido al sol durante casi ocho meses. Cuando las personas finalmente recibieron estas botellas de agua, informaron que el agua sabÃa y olÃa mal. Cuando una botella de agua caduca, los productos quÃmicos se filtran y se mezclan con el agua. Los efectos secundarios causados por el consumo del agua expirada son dolores de estómago y a veces diarrea.
Una encuesta hecha por la Fundación Kaiser Family, indicó que el 50% de los puertorriqueños dijeron que las personas en sus casas no tenÃan suficiente agua para beber desde el paso del huracán MarÃa. Es increÃble, que tanta irresponsabilidad y negligencia haya puesto en riesgo la salud pública de los puertorriqueños. El huracán MarÃa dejó marcas en la isla, muchas huellas tardarán en borrarse. Sin embargo, los daños causados por la negligencia humana, quedarán grabadas para siempre en la Isla del Encanto.